lunedì 13 aprile 2015

CURIOSIDADES SOBRE LA LENGUA ITALIANA


El italiano es la lengua común y oficial de la República italiana. Deriva directamente del latín, a través de una simplificación de la gramática del latín vulgar.
Sin embargo, en Italia las formas de hablar varían con las regiones, y no se nos debe hacer extraño si de repente no entendemos nada de lo que nos dicen por la calle ya que a nivel coloquial los dialectos italianos son de uso frecuente.
El origen de los dialectos italianos se explica con la fragmentación del imperio romano y la perdida de la cohesión político-cultural que durante siglos había permitido que en toda la península itálica fuese el latín la lengua común. Es entonces cuando cada dialecto toma caminos diferentes.
La primera estandarización (no voluntaria) del italiano data del siglo XIV con la Divina Comedia de Dante Alighieri. En este poema, Dante usa un dialecto fruto de la unión de los dialectos del sur de Italia y de su dialecto de la Toscana. Gracias al éxito de esta obra, que se leyó en toda Italia, su lengua se convirtió en un estándar que todo el mundo podía entender.
La oficialidad del italiano viene instaurada con la unificación del Reino de Italia en 1861. La enseñanza obligatoria obliga el estudio del italiano estándar como lengua vehicular, quedando los dialectos en segundo plano, transmitidos oralmente de padres a hijos.
Consideremos el italiano moderno como una mezcla de dos grandes grupos dialectales bien marcados geograficamente en el norte (dialectos piamontés, milanés…) y los dialectos del centro y del sur (laziale, cicolano-reatino). Cada uno de ellos tiene varios sub-dialectos, en ocasiones uno por ciudad. La excepción es el sardo, un dialecto diferente al italiano estándar que se considera incluso una lengua diferente.
El italiano lo hablan alrededor de setenta millones de personas en 29 países, la mayoría de ellos en el sur de Europa. El 44% habla exclusivamente el italiano, un 51% lo alterna con el dialecto de su región, y un 5% habla exclusivamente en dialecto, sobre todo en zonas rurales, y en edades avanzadas.
En las últimas décadas los dialectos eran tratados como símbolo del retraso, si bien desde hace unos años las reivindicaciones regionalistas de algunas partes de Italia buscan la restauración y su oficialidad.
Un caso curioso es la literatura de Andrea Camilleri, cuyo personaje más famoso, el inspector Montalbano, exhibe su sicilianidad a través de una literatura que mezcla el dialecto de Sicilia y el italiano, sin que eso impida que lectores de todo el país lo sigan con avidez.